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miércoles, 30 de septiembre de 2009

Kuala Lumpur - Día 4

Nos levantamos bien temprano y en colectivo fuimos al mini-aeropuerto para tomar nuestro vuelo hacia Kuala Lumpur, capital de Malasia. Así, cerramos el capitulo bruneano.

Un viaje muy cortito, de 2 hrs. donde nos sorprendió una de la azafatas que apenas nos vió dijo: "A ustedes los conozco ! Fueron mis pasajeros hace unos días." Buena atención al cliente le llaman.

Leyendo sobre los goles de Tevez en el "Brunei Times"

Aterrizar en KL fue un cambio drástico. Pasar del precario aeropuerto de Brunei a una mega construcción fue como estar en la antípodas.
Su construcción demandó $3,5 billones y en 2007 era el 13º aeropuerto con mayor trafico del mundo con 24 millones de pasajeros. 

Nos bajamos del avión, entramos a una terminal y tuvimos que tomar un TREN INTERNO !!!! para ir a buscar el equipaje. Juro que al principio no entendíamos nada.
Con nuestras mochilas al hombro fuimos a la aduana y nos encontramos con una marea negra. Decenas y decenas de mujeres musulmanes envueltas en sus burkas, haciendo las colas en migraciones para ingresar al país.

Esto fue otro gran choque. Estar en la fila rodeados de mujeres totalmente tapadas por su túnicas negras nos sorprendió. Unas pocas tenían la cara descubierta y otras apenas los ojos.

La gran curiosidad, fue que todas llevaban sus carteras de Louis Vuitton o Gucci y calzaban las últimas zapatillas Nike o Adidas.

A su vez, su esposos, todos lucían sus turbantes pero vestían chombas Polo, Lacoste y Yves Saint Lorent.

De casualidad, nos cruzamos con una argentina que trabajaba para Qatar Airlines, quien ya conocía este aeropuerto y nos indicó como llegar al centro.

Por $15 ringgits ($3,30 Rm = U$1) nos tomamos un bus repleto de locales hasta la Terminal KLCC. Aquí nos subimos al monoriel Rapid KL, y por $1,6 Rm volamos hasta la estación Pasar Seni en el barrio Chinatown.

Con mapa en mano y luego de perdenernos un poco encontramos la calle Jalan Sultan y nuestro hostel "Red Dragon".

Sinceramente, el hostel no esta bueno, pero zafa. No recuerdo cuanto pagamos pero es muy económico y tiene internet grataroooooola.  Lo mejor es su ubicación, ya que esta cerca de todo.
Chinatown parece tranquilo durante el día, pero cambia rotundamente durante la noche donde entra en acción con muchisimo movimiento.
La culpa la tiene Petaling Street, la calle principal del barrio chino, que se transforma en un gran mercado desde las 18:00 hrs. hasta la madrugada.
Aquí se arman cientos de puestitos callejeros, donde se venden todo tipo de falsificaciones, copias, piraterías e imitaciones. Por supuesto, rebalsa de  gente, tanto malayos como turistas.
Camisetas, remeras, choombas, zapatos, carteras, articulos de cuero, zapatillas, DVDs, artesanías.....en fin de todo se puede encontrar en esta calle convertida en feria.
Carteras LV de todos los tamaños y colores.
Chomba Polo argentina de la Martina !!!

Por supuesto que para comprar hay que regatear al máximo, al punto de pelearse con los vendedores.
Encontramos el lugar ideal para cenar. El Reggae Bar, un culto a Bob Marley.
Muy buen bar, con cientos de imagenes made in Jamaica y buenas TVs con deporte.
Hasta venden bifes argentinos, como ven en la carta !!!!

Pero preferimos el clásico pizza & beer, para disfrutar nuestro primer día en Malasia.

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